El 4 de septiembre de 2021 se realizó, en el Campus de Beatificación, frente a la Iglesia San José de Piedra Blanca, Catamarca, el Rito de Beatificación de fray Mamerto Esquiú.
Mamerto de la Ascensión Esquiú (Fray Mamerto Esquiú), nació un 11 de mayo del año 1826, en una casa de adobe, en San José de Piedra Blanca, en Catamarca (Argentina). Lo débil de salud al nacer, hizo que lo bautizaran de urgencia en su misma casa.
“Una tradición familiar refiere que ese problema de salud con que el niño vino al mundo impuso a su madre a hacer una promesa a San Francisco de Asís, la de vestirlo con su hábito para que sanara. La piadosa decisión maternal hizo que Mamerto vistiera desde muy niño el sayal franciscano, ropaje que signó su destino hasta el instante de su muerte.”
profesor Mario Daniel Vera
Con un entorno natural de sorprendente belleza, en un día resplandeciente con el sol a pleno, el frontis del templo de San José lució refulgente. El área estaba adornada con un gran altar en altura, detrás había una imagen del Beato con la mención al Año Diocesano de Esquiú que se lleva a cabo bajo el lema “Pastor y Peregrino, testimonio de unidad”. Florales, banderas y feligreses daban un marco extraordinario a la fiesta que vivió el pueblo catamarqueño.

Aquí entonces el primer recorrido turístico dedicado al franciscano realizado por Turismo Religioso.Travel para la secretaría de Turismo de Catamarca en 2019.

Casa Natal de Fray Mamerto Esquiú
La casa de la familia Esquiú Medina esta ubicada en La Callecita, principal arteria del pueblo de San José de Piedra Blanca. Por allí circulaban los carruajes con pasajeros, también quienes traían y llevaban las mercancías que se comercializaban en la zona. Del mismo modo pasaban los ejércitos que frecuentemente invadían la provincia de Catamarca y las tropas catamarqueñas que peleaban por defender la ciudad Capital.
Cubiertas por un templete, que data de 1941, observamos tres habitaciones con muros de adobes, techo a dos aguas de caña y paja, pisos de baldosas de ladrillo y puertas de madera de algarrobo. Su puerta principal denota la gran antigüedad de la casa pues no posee bisagras metálicas y funciona con un sistema pivotante de madera dura, conocido como quicio.
En su interior hay objetos que pertenecieron a la familia Esquiú Medina, como la cama, dos sillones, una rueca y dos tornos para hilar. Por los amplios pasillos del templete que la protege, una serie pictórica ilustra las distintas etapas de la vida de Fray Mamerto Esquiú.
El 27 de agosto de 1935, por Ley 12.191, el Congreso de la Nación la declaró Monumento Histórico Nacional.
Iglesia de San José
La iglesia de San José es Monumento Histórico Nacional, se encuentra ubicada frente a la plaza principal de la ciudad de homónima. Su construcción se remonta a 1780.
En esta iglesia de antiguos portales y torre almenada se halla el púlpito que perteneció a la iglesia matriz de la capital catamarqueña, desde donde Fray Mamerto Esquiú pronunció su célebre Discurso de la Constitución, el 9 de julio de 1853, hecho que recuerda la presencia de una placa de bronce.
Justamente allí se conserva este como el más grande de sus tesoros. En este templo se venera a San José, que es Patrono del departamento, su festividad se celebra el 19 de marzo de cada año. Frente a este templo en 2021 se realizó el Rito de Beatificación.
Monumento Fray Mamerto Esquiú
Al sur de la iglesia de San José de Piedra Blanca, antes de ingresar al cementerio parroquial, subiendo la lomada de las Sierras del Gracián hacia la derecha, en jurisdicción del distrito San Antonio, se halla el monumento que honra la figura de Fray Mamerto Esquiú.
En septiembre de 1975 se creó una Comisión Provincial de Homenaje a Fray Mamerto Esquiú, que fue la encargada de organizar y ejecutar una serie de actividades para conmemorar el sesquicentenario de su natalicio.
La estatua la construyó el escultor Antonio Emilio Forner, en su taller de la ciudad de San Fernando del Valle. Utilizó a un joven como modelo.
La estatua tiene dos metros treinta de altura y pesa más de dos mil kilos. Para trasladarla desde la casa del escultor hacia la localidad de San José de Piedra Blanca se solicitó a préstamo una cureña al Regimiento de Infantería 17 y también, más de cien soldados.
Santuario del Señor de los Milagros
Se encuentra en la localidad de La Tercena, construido en 1793 por los esposos Luis Segura y Francisca María Cuba. Contiene en su interior una imagen de factura peruana del Señor de los Milagros y la pila bautismal donde fuera bautizado Fray Mamerto Esquiú. Allí mismo recibieron también la primera eucaristía otros dos obispos. Luis José Gabriel Segura y Cubas hijo de quienes construyeron la capilla. Gabriel fue Obispo de Paraná. El otro fue Mariano de Jesús Rizo Patrón, obispo de Salta. Esto representa un hecho único en la historia del arzobispado de Latinoamérica.
Construida originariamente sin torre, el atrio está protegido por el avance de la cubierta y de las paredes laterales. Su techumbre que cobija el acceso se prolonga hacia el costado derecho formando una galería exterior sostenida por seis columnas de fuste liso y capiteles dóricos.
Iglesia de San Francisco y Fray Mamerto Esquiú

Ubicado en Esquiú 558, ya en la ciudad capital de la provincia. Su construcción se concretó entre los años 1882 y 1895. La bendición e inauguración es de 1905. Se lo declaró Monumento Histórico Nacional en 1941.
Los historiadores señalan que en el año 1695 se construyó la primera iglesia. Hubo también un segundo templo, construido en 1761, que se derrumbó en 1873.
El proyecto de este magnífico templo se debe al padre franciscano fray Luis Giorgi, quien fue también autor de las iglesias de la orden en Tucumán y Salta, con las que guarda muchas semejanzas formales en cuanto a la composición del frente, estructurado en un triple juego de cuerpos horizontales y paños verticales escalonados, en la ausencia de torres definidas y en la concepción de fachada independiente de la estructura interna de las naves.
La espadaña, resuelta a modo de templete doble con derrame de volutas, disimula su disposición de torre campanario central estableciendo un interesante juego de contraparte con el pórtico de entrada.
El sector bajo está ritmado por columnas jónicas sobre breve pedestal y friso con guirnaldas y un pórtico central con frontón quebrado que se abre sobre el gran atrio, el que permite obtener una inmejorable perspectiva del conjunto, recortado contra el perfil pétreo del cerro Ambato.
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El espacio interior
El espacio interior, inscripto en un rectángulo, posee también un interesante diseño, con crucero con cúpula rebajada y nave central con pilastras jónicas sobre macizos contrafuertes y cornisamentos. La cubierta es de cañón corrido de tonos violáceos, con arcos fajones y lunetos intercalando arquerías altas y bajas con capillas laterales y tribunas, mientras un profundo presbiterio de testero recto rodeado por sacristías continúa con coherencia la disposición envolvente de arcos, entablamentos y pilastras. No posee frescos en su techo.
Retablo Mayor

El ábside este trabajado en diferentes planos, cuatro columnas corintias de fuste circular, separa la parte central de las laterales. Posee debajo de dos falsos arcos de medio punto la imagen del Santo Patrono del templo con una paloma.
El retablo es de mármol blanco. Su ábside posee la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Su hornacina, única y central, tiene a Jesús Crucificado. Realizado en madera tallada. A sus laterales dos ángeles lo custodian.
Fuera de esa estructura y sobre dos columnas rectangulares se encuentran las imágenes de dos santos de la orden. San Antonio de Padua a la izquierda y San Francisco de Asís del otro.
Retablo de San Roque

Se encuentra a la derecha del altar mayor. Está allí desde la inauguración del templo. De clara concepción Barroca cargado de arabescos. La hornacina central posee la imagen del santo. Vestido de peregrino con bordón con la calabaza, una capa, la alforja y sin sombrero.
La herida en su pierna derecha, a pesar de que la más habitual en sus imágenes es la izquierda. Está acompañado de un perro llamado Rouna con una hogaza de pan. Es el santo protector contra las pestes y enfermedades contagiosas.
A los laterales sobre dos pedestales, formando parte del grupo escultórico están las imágenes de Santa Clara de Asís, a la derecha y Santa Isabel de Hungría del otro.
Retablo del Martirio

Se encuentra a la izquierda del altar mayor. Está allí desde la inauguración del templo. También de clara concepción Barroca cargado de arabescos. En la hornacina central vemos a Jesús crucificado junto a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.
El Cristo esta realizado en madera tallada. Y para demostrar el martirio el autor lo cargó excesivamente de manchas de sangre que corren por su cuerpo. La imagen de La Dolorosa también impacta por su realismo. En la cruz se lee la inscripción INRI (IESVS NAZARENVS REX IVDAEORVM)
Retablo del Niño

Este retablo posee cuatro columnas similares a las del altar mayor, con capiteles corintios. El capitel posee dos ángeles querubines. Y una estrella de 5 puntas que irradia tres rayos. La hornacina central tiene al Sagrado Corazón del Niño Jesús. Con una túnica blanca
En la calle de la izquierda, sobre una peana está el Niño Jesús de Praga. La particular devoción al Santo Niño comenzó a principios del siglo XVII. El Niño Jesús está de pie, con la mano derecha levantada, en actitud de bendecir, mientras con la izquierda sostiene un globo dorado que representa la tierra. Su rostro es tierno y gracioso. A la derecha se observa a Santa Julia de Córcega portando la palma del martirio.
Retablo de San Antonio de Padua

Realizado en madera, dorado al oro. Cargado de la simbología franciscana. El capitel posee el escudo de la orden. nos muestra dos brazos cruzados sobre la cruz. El primer brazo desnudo representa a Jesucristo y el segundo a San Francisco de Asís, fundador de la Orden. Cada mano tiene una herida en su palma. Estas representan las marcas de los clavos que recibió Jesús en su pasión y muerte. San Francisco experimentó los estigmas: a él se le aparecieron también las mismas llagas que sufrió Cristo. Por esta razón, San Francisco es conocido como el reflejó de Cristo.
La calle principal tiene la imagen de San Antonio de Padua. También es considerado el “santo de los milagros”. Se lo invoca para encontrar objetos perdidos y las jóvenes solteras le piden marido.
Retablo de la Ascensión de Jesús

Es el más sencillo de todos los retablos del templo. Detrás de un cristal en la hornacina se observa la imagen del Jesús Ascendiendo a los cielos sobre una nube.
Tiempo después sobre la mesa del altar se colocó la imagen de San Pio de Pietrelcina. A los 16 años, ingresó en los Capuchinos en Monrone, donde vistió el hábito franciscano y adoptó el nombre de Pío. Famoso por sus dones milagrosos y por los estigmas que presentaba en las manos, pies y costado. Las que tuvo por 50 años.
Convento y Museo Fray Mamerto Esquiú
Casulla de Fray Mamerto Esquiú Guantes de Seda de Fray Mamerto Esquiú Alba de Fray Mamerto Esquiú
El convento data de 1693. Tiene acceso por la esquina de Esquiú y Rivadavia. Al igual que la Pila del Santuario del Señor de los Milagros en La Tercena, aquí estudiaron los mismos tres obispos. En el Convento se conservan la celda de Fray Mamerto Esquiú. También restos del claustro colonial, de sobria arquitectura y anchos muros de adobe, único testimonio de la época en la ciudad.
El museo fue fundado por Fray Mauro Acuña, en octubre de 1996. Está ubicado al lado de la celda del Padre Esquiú. Contiene pertenencias del fraile, como ser un crucifijo que solía llevar en sus misiones y que después de su muerte quedó en poder del Padre. Solano Cuello, quien lo donó a este museo. Existe un tapiz de aproximadamente 4 por 2,60 metros, confeccionado por la Fábrica del Alfombras de Catamarca, donde se han plasmado pasajes de la vida de Fray Mamerto.
Este museo fue reinaugurado en 2007. Entre los objetos que fueron restaurados se encuentra un solideo confeccionado en hilo y seda, un rosario de madera, medias, la canastilla en la que fuera trasladado el corazón de Fray Mamerto Esquiú desde Córdoba a Catamarca. Recordemos que el fraile falleció mientras ejercía como obispo de la provincia de Córdoba. También una réplica del corazón que fuera sustraído en el año 2008. Desde 2018 descansan en el templo reliquias del franciscano.

Catedral Basílica y Fray Mamerto Esquiú

Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle se encuentra frente a la plaza 25 de mayo, sobre la calle Sarmiento en la Capital provincial.
Fray Mamerto Esquiú murió siendo obispo de la provincia de Córdoba, y como indicaba la tradición sus restos descansan en la Catedral de esa provincia. El 4 de octubre de 2018, día de San Francisco de Asís, se llevó a cabo el solemne traslado de las reliquias de Fray Mamerto Esquiú desde Córdoba a Catamarca. Se depositaron en un altar acondicionado especialmente para tal fin, resguardadas en un cofre preparado especialmente para ello.
El Calvario, Espacio de Encuentro y Oración

Se encuentra en el kilómetro 7 de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca por la ruta provincial 4. El lugar conocido como El Calvario. Es un sitio que formó parte de los solares pertenecientes a la Compañía de Jesús que se estableció en el año 1716, aproximadamente. Luego pasó a manos de la Orden Franciscana Menor cuando los jesuitas fueron expulsados por orden del Rey Carlos III en el año 1767. Estos solares, nombrados como “Chacarita de los Padres”, fueron utilizados por la Orden como áreas de cultivo para su mantención y lugar de retiros espirituales. Ha servido para el cobijo y hospedaje de muchos pastores, entre ellos San Francisco Solano y Fray Mamerto Esquiú. En la celda de este último se encuentra una cama donde descanso el fraile en la Colonia Tortugas, hoy General Roca, en el departamento Marcos Juárez, Córdoba.
Todo lo que se ve allí es un trozo de la historia religiosa de la provincia. Se puede apreciar capilla de la Virgen de la Candelaria, la primera construcción del lugar. En su interior originariamente había una imagen de Nuestra Señora que portaba una vela en la mano izquierda y cargaba al niño con el brazo derecho. El pequeño llevaba en sus manos un pajarito de oro. La candela y el ave fueron robadas.
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Interior de El Calvario ultima parada del circuito de Fray Mamerto Esquiú
En su interior también llama la atención una primitiva cruz con una calavera en su base. Decían los escritores medievales que la Cruz de Cristo estaba hecha con la misma madera del Árbol del Conocimiento, del Paraíso terrenal, y que Adán fue enterrado en el mismo lugar en que se produjo la Crucifixión. La calavera que suele verse al pie de la Cruz alude no sólo al Gólgota, lugar de la calavera, sino al propio Adán. Esta iconografía aparece por primera vez en el siglo IX y desde entonces se repite.
También se observan los claustros donde estuvieron Solano, Esquiú y Fray José Aimón. Este último al llegar a nuestro país desde Cataluña, España, prometió fundar 3 calvarios en recuerdo a la pasión y muerte de Jesucristo. Uno está en Mendoza, el otro en Aicuña, Catamarca, y el tercero aquí
La elevación tiene la misma cantidad de metros de altura que el Gólgota de Jerusalén. En su cima esta la representación de la crucifixión. La misma tiene la inscripción Tata Yaya. Es una palabra Quichua que significa Dios Padre. El templo que se encuentra en la cima posee en su interior obras de incalculable belleza. Sus paredes están decoradas con la técnica del marouflage. Las mismas fueron pintadas por Juan Augusto Fusilier. Este pintor de familia belga era franciscano terciario seglar y nombrado Caballero de la Orden de San Silvestre Papa, en 1972. Realizó obras en 115 templos de nuestro país. Allí, por otra parte, descansan los restos de Fray Aimon.
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