La Piel de la fe, Turismo Religioso en Santa María, Catamarca

la piel de la fe

En esta nueva normalidad el fiel necesita a Dios y un peregrinaje en solitario puede constituirse en viaje en compañía de Jesús, eso es La Piel de la Fe.

Recorrido por siete templos

El Jueves Santo –que en algunos lugares se extiende a la mañana del Viernes Santo– es sin duda una de las tradiciones más comunes de la Semana Santa en toda América Latina.

Estas visitas, y la oración en cada una de ellas, simbolizan el acompañamiento de los fieles a Jesús en cada uno de sus recorridos desde la noche en que fue apresado hasta su crucifixión.

la piel de la fe
La Piel de la Fe

La piel de la fe es un recorrido al exterior de los templos y templetes, realizado a pie.

“cualquier capilla del norte argentino, con sus líneas puras, sencillas, grandes paños de pared sin ornamento alguno, con la armonía ingenua de sus volúmenes estructurales, transmite al espectador un sentido de serenidad”

Oswaldo Caso. Arquitectura Colonial en Salta y Jujuy

 “Señor, que has dicho: “Mi yugo es suave, y mi carga liviana”, haz que la lleve a tu manera y consiga tu gracia. Amén”.

La Piel de las Capillas es una metáfora que hace referencia a un ponchito, una casulla, una capa labrada por manos de fieles vallistos, expresión de la fe simple de un pueblo.

¿Por qué visitar el exterior de las capillas? – La Piel de la Fe

El hecho que los indígenas estuvieran acostumbrados a venerar sus divinidades desde la exterioridad de los edificios templarios siéndole vedado entrar en ellos, creaba una grave dificultad de poder reunirlos en la interioridad de capillas e iglesias.

A la reticencia indígena se sumaba además la peligrosidad de recibir en un espacio cerrado a una población muchas veces hostil”. Durante los primeros siglos mujeres y hombres debían ocupar diferentes espacios en los templos, muchas veces no se permitía a las castas menores entrar a las iglesias y también las pestes asolaban frecuentemente.

“Para resolver estos problemas se llegó a una solución que, preservando los espacios tradicionales de los edificios religiosos cristianos, les asignaba a algunos de ellos un valor diverso. Fue así como el atrio frontal (patio) se transformó en un espacio de reunión de medidas mucho mayores, al que se le asignó la función de ser una gran nave abierta, limitado en sus bordes por muros de cierta altura. Fue este espacio nuevo, una eklesia americana puesto que “sirvió a una función muy especial y tiene que concebirse como complemento o un miembro íntegro del plan total del conjunto, es decir, la plaza-iglesia… Así, en la segunda mitad del siglo. XVI, América proponía un nuevo tipo de espacio sacral que, sin embargo, recuperaba el sentido ritual que habían tenido los espacios ceremoniales precolombinos. Y en efecto, varios de estos atrios surgieron sobre cimientos o ruinas de templos indígenas de época precolombina”

El atrio y su fachada como expresión espacial, formal y decorativa en la arquitectura iberoamericana. Romolo Trebbi del Trevigiano

¿Por qué peregrinar a pie?

la piel de la fe
La Piel de la Fe

Las peregrinaciones se pueden realizar por:

  • Profesión de fe
  • Método para expiar algún pecado
  • Como agradecimiento por peticiones concedidas
  • Para encontrase consigo mismo.

Reflexión sobre la peregrinación – La Piel de la Fe

El Camino se ha convertido en una alegoría del itinerario vital e interior que cualquier ser humano (ya sea creyente o no), debe recorrer para encontrarse consigo mismo y con Dios. Es decir, que en la vida cada uno de nosotros somos peregrinos a la búsqueda de sentido, de nosotros mismos, hacia la intimidad con Dios.

Sabemos que el peregrino no tiene casa, su morada es el camino. Para ponerse a andar necesita ir lo menos cargado posible; por lo tanto, debe deshacerse de todo aquello que es superfluo y quedarse con lo mínimo imprescindible.

El camino es bello pero arduo; está sembrado tanto de sorpresas fascinantes como de dificultades de todo tipo. El peregrino disfruta de la novedad del paisaje, al tiempo que padece física y psíquicamente el cansancio extenuante; se siente aliviado al desconectarse de su cotidianeidad, si bien recuerda con añoranza todo lo que ha dejado atrás; las etapas interminables son recompensadas a diario por la satisfacción que produce el cumplimiento del objetivo propuesto, pero le recuerdan al peregrino que no son la meta final; la esperanza ante los progresos que va alcanzando se alterna con la aparición imprevista del absurdo en los momentos de desfallecimiento; la seguridad de ver que va adquiriendo su propio ritmo, se sucede de la incertidumbre ante una nueva jornada, que el peregrino experimenta como un misterio, pues no conoce los avatares agradables o desagradables que le depararán.

Sobre el peregrino

Pero sobre todo el mayor problema a resolver que el peregrino se encuentra es él mismo; es como si tuviera que aprenderlo todo de nuevo. De muy poco le sirven los conocimientos adquiridos y los apoyos que en la vida ordinaria ha recibido en las relaciones humanas. El currículum vitae que hasta el presente le ha acreditado ante sí mismo y ante la sociedad queda obsoleto durante la peregrinación. En el camino, el peregrino es uno más, sin títulos ni avales, a la intemperie, a merced del sol, de la lluvia o del frío, despojado de los reconocimientos y valoraciones habituales a través de los cuales se va forjando una identidad en la vida.

Al peregrino las circunstancias le obligan a encontrarse a sí mismo al desnudo. A medida que camina, se le va desvelando lo que es: un sinfín de ruidos interiores, de relaciones, de reacciones, de sentimientos, unos luminosos y otros sombríos, que se van sucediendo ante el espectador asombrado, que es uno mismo.

El peregrino no tiene a qué agarrarse, nada con qué quedarse. El pasado ya no importa, es recuerdo estéril; lo porvenir es desconocido, pura imaginación que hace vivir de ilusiones. Lo único importante es caminar hacia adelante, atento a cada paso, a cada nuevo descubrimiento, que le va conduciendo a una nueva comprensión de la vida.

Comprueba algo sorprendente: la vida real se reduce sencillamente a lo que tiene entre manos, a lo que es, porque únicamente él existe en el ahora, sólo es real el instante presente.

La meta final – La Piel de la Fe

La meta final va desdibujándose poco a poco en el horizonte y va perdiendo relevancia. El camino en sí mismo va adquiriendo importancia y ocupando el lugar de la meta; el camino es la meta, y no hay otra meta que el camino mismo. Comienzan a resonar con fuerza las palabras de Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida… En el Camino, en el aquí y ahora, en cada aquí y ahora del Camino, se dan cita la Verdad y la Vida.

Metido en esta dinámica, imperceptiblemente, el peregrino siente cómo va aligerándose su equipaje, cómo se devalúan las creencias, cómo se difuminan las fronteras divisorias, cómo va despojándose de aditamentos de toda clase, cómo va abriéndose a una libertad desconocida hasta entonces, cómo gratuitamente, de improviso, recobra la frescura en las relaciones humanas… El amor solidario y la libertad salen a su paso, lo invaden y lo inundan, y tiene la sensación de que siempre estuvieron ahí, a la espera de revelarse y ser acogidos. Es como si lo más auténtico de uno mismo aflorase incontenible y espontáneamente. Dios mismo sale a su encuentro en el develamiento de su verdadera identidad como ser humano. Él mismo, Dios mismo… en el camino. (Tomado del Camino de Santiago de Compostela).

Recorrido La Piel de la fe en Santa Maria, Catamarca:

Santa Maria, al norte de la provincia de Catamarca forma parte de los Valles Calchaquíes, una región del Norte Argentino con una idiosincrasia particular, la Vallista.  Su nombre deriva de la misión de Santa María de los Ángeles de Yokavil de comienzos del siglo XVII. El lugar atesora bellísimos templos con una historia particular cada uno de ellos.

Templo central Candelaria.

La Soledad.

Loro Huasi.

La Loma.

Templete San Roque.

San José Norte.

San José Villa.

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Elizabeth Guzmán
Author: Elizabeth Guzmán

Elizabeth Guzmán es licenciada en historia, especialista en la cultura vallista e investigadora del legado Jesuita en el Norte Argentino

©2023 Los Cabrera Comunicación ISSN 2683-8435

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