Montenegro es una joya pequeña que se encuentra en la Península de los Balcanes, sus costas reposan sobre el mar Adriático es un destino europeo imperdible. Para quienes hacen turismo religioso en Europa deben agendar este destino entre los obligados a visitar.
Ostrog, la visita obligada de Montenegro

El Monasterio Ortodoxo de Ostrog, del siglo XVII, toma su nombre del monte donde el edificio se sitúa, más precisamente sobre un acantilado. El lugar está en el centro de Montenegro. Es imposible llegar en autobús, es mejor tomar un tour organizado o usar un coche de alquiler. La cola es a menudo larga y es muy conmovedor ver a familias enteras que vienen a obtener la curación de un pariente enfermo. A menudo, duermen en el suelo frente al edificio. De hecho, Ostrog es conocido por sus milagros. Un consejo: llevar un sombrero; a pesar de los paraguas para cubrir a los peregrinos en la cola, el sol golpea con fuerza.
Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad, ¿Dónde se encuentra?
Además puedes realizar en el lugar un recorrido guiado gratuito. Las reliquias de San Basilio de Ostrog se guardan en una capilla. Uno entra en dos pequeñas cuevas donde se puede observar el ritual practicado por los ortodoxos.
Cetinje, la mano de Saint Baptise
Tu puedes sorprenderte de lo mucho que los montenegrinos se preocupan por su capital histórica, Cetinje. Situada en el interior del Parque Nacional de Lovcen con vistas a la bahía de Kotor, se combina fácilmente con una visita al sur del país.

En el Monasterio Ortodoxo de Cetinje, tienes que cubrir tus hombros y piernas con grandes chales y circular en fila para ver las reliquias. Tómate tu tiempo para observar las joyas del Monasterio. Además de la mano derecha del santo, los peregrinos también admiran las reliquias del rey Petar II Petrovic-Njegos y San Pedro de Cetinje, así como el icono de la Virgen de Philerma. Completa el recorrido con la capilla cercana, el museo y un almuerzo en la calle comercial. La edificación data de 1484.
También otros dos monasterios también me llamaron la atención. El de Ulcinj, en la frontera con Albania, porque destaca en un paisaje ya muy oriental, donde se codea con los minaretes de las mezquitas. La de Praskvica, cerca de Budva yendo a las montañas, un gran complejo monástico de la región. Sería una pena no visitar al menos un Monasterio Ortodoxo en Montenegro, para entender un poco los ritos de esta religión.
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