Quien visite Pittsburgh encontrará lugares de culto dignos de elogio con obras de arte impresionantes, una arquitectura extraordinaria y una de las colecciones públicas de reliquias católicas más grande del mundo.
Pittsburgh, en Pensilvania al Norte de los Estados Unidos, tiene suficientes atracciones religiosas para llenar dos días enteros. Escondidos en varios rincones de la ciudad, hay tres gemas desconocidas, incluso entre los lugareños.
¿Por qué se conoce a Pittsburgh?
Si tuvieras sólo un día para visitar Pittsburgh y pudieras ver solo uno de esos tesoros, elige la Iglesia Católica Croata de San Nicolás. El templo se encuentra encaramado en la cima de una colina en Millvale, un barrio multiétnico de clase trabajadora al norte del río Allegheny. El edificio, de ladrillo amarillo, es bastante sencillo, pero lo buenos está en su interior.
Adornando las paredes y los techos de San Nicolás se encuentran los Murales Maxo Vanka , una ambiciosa serie de pinturas realizadas por un artista croata que emigró a Estados Unidos. Vanka llamó a los murales su “regalo para Pittsburgh y Estados Unidos”. La primera entrega se realizó en 1937, la segunda en 1941.
Que conocer en el Santuario en Pittsburgh
El santuario de Pittsburgh está iluminado con luces led. Es recomendable realizar la visita con un guía local. Su animada narración tocará, no solo los significados del arte, sino también la vida del artista, la historia de la iglesia y la cultura croata. Todos los motivos incluyen el escudo rojo y blanco de Croacia y el tilo, símbolo de esperanza.
Tres temas impregnan la colección de poderosos murales: la maternidad, el Viejo Nuevo Mundo y la injusticia social. Todo el trabajo refleja su respeto por el hombre común. Vanka no era un católico practicante, pero en su trabajo surge una profunda espiritualidad.

La imagen principal sobre el altar es María la Reina de Croacia, una figura imponente con manos fuertes y cuerpo robusto de mujer campesina. Sus grandes ojos en blanco reflejan el estilo bizantino. Sentada en un trono y vestida de rojo y azul (los colores reales de Croacia), sostiene a su hijo. Sin duda Vanka creó un vínculo entre María, Madre de Dios, y la campesina común, que también es madre.
Los murales de Vanka en Pittsburgh


A la izquierda de María, se observa una obra con campesinos con el atuendo tradicional croata que están rezando en un campo. A la derecha, los trabajadores inmigrantes en Pittsburgh, también con la cabeza gacha, lucen estresados y exhaustos contra un fondo industrial con puentes y nubes de humo de acería. La mayoría de los hombres que vinieron de Croacia a finales del siglo XIX y principios del XX trabajaban en molinos y minas. De los 500.000 croatas en Estados Unidos en los años 30, el 10 por ciento vivía en Pittsburgh.
En el arco sobre el altar están las palabras “Mary, Queen of Croatia, pray for us” (María, Reina de Croacia, ruega por nosotros). Detrás del altar, que no se observa a simple vista, hay un océano abierto. Flanqueandolo están La Crucifixión y La Piedad, ambas con una María afligida. En la parte trasera del santuario, el tema se repite en los murales acompañantes con nueve madres en Croacia que lloran por un hijo muerto en la Primera Guerra Mundial y de madres de Pensilvania que lloran la pérdida de un hijo en un accidente en una mina de carbón.
¿Cuál es la temática de Vanka en Pittsburgh?
El tema contra la guerra también se ve en las pinturas de la segunda entrega que muestran a Cristo y María en el campo de batalla, obras influenciadas por las invasiones nazis en Europa del Este en ese momento. Un mural de María vestida de croata y encadenada a una cruz muestra que no puede ayudar a su pueblo.
El mural de La Injusticia representa una figura que lleva una máscara de gas y sostiene una espada ensangrentada y una balanza desequilibrada donde el oro supera al pan. El comentario social de Vanka también se extendió a los excesos del capitalismo, ilustrado en The Capitalist, que muestra a un hombre rico con sombrero de copa con un pobre tirado en el suelo pidiendo comida. Contrasta con un mural de una familia croata en Pittsburg compartiendo una comida sencilla de sopa y pan.
Otras obras de arte incluyen retratos de los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, con inscripciones en croata. Haz clic aquí para verlos todos
Las otras gemas
También en el lado norte, en el vecindario de Troy Hill, encontrará la Capilla dedicada a San Antonio de Padua, el “Taumaturgo”, alberga la segunda mayor colección de reliquias católicas del mundo.
La construcción de la Capilla de San Antonio, en Pittsburg, comenzó en 1880 bajo la dirección del padre Suitbert G. Mollinger, hijo de una rica familia belga. Él financió personalmente el templo para albergar su colección de cinco mil reliquias autenticadas de santos, incluido un diente del patrono, San Antonio. La impresionante colección se exhibe en relicarios dispuestos en altares y vitrinas laterales de nogal tallado a mano. Solamente el Vaticano tiene más reliquias.

En el transepto izquierdo se encuentra un relicario con forma de santuario y que contiene unas 700 reliquias. Una gran cruz en el centro sostiene una astilla de la Cruz Verdadera, una espina de la Corona de Espinas y un trozo de piedra del Santo Sepulcro. La Capilla de San Antonio de Pittsburg también tiene hermosos vitrales y un Vía Crucis de tamaño natural con tallas en madera realizado por artistas en Munich, Alemania. El lugar ofrece un recorrido con audio disponible.
Un pequeño museo al otro lado de la calle tiene exhibiciones sobre el padre Mollinger, conocido como el “sacerdote sanador” de Pittsburgh. La gente viajaba de todas partes para asistir a sus servicios de curación y, a menudo, atendía de 100 a 150 personas al día. Se exhiben muletas y bastones desechados por quienes acudieron a él para ser sanados.
La Capilla de la marca de aderezos en Pittsburg
En el vecindario de Oakland, la Heinz Memorial Chapel brilla como una joya en el campus de la Universidad de Pittsburgh. El magnífico edificio neogótico, cuyo perfil se distingue por una esbelta flecha o aguja, comenzó como un regalo de Henry John Heinz, el fundador de HJ Heinz Co., sí, la gente del kétchup. Quería honrar a su madre, Anna Margaretta Heinz, con un edificio en la universidad y dispuso hacerlo en su testamento. Después de la muerte de HJ Heinz en 1919, sus hijos llevaron a cabo sus planes. La capilla Inter denominacional se dedicó en 1938.
Varios servicios religiosos, bodas y conciertos se llevan a cabo en la Capilla Heinz de Pittsburg, conocida por sus techos altos y abovedados, paredes de piedra caliza de Indiana, arcos repetidos y vidrieras. Los 23 vitrales suman alrededor de mil metros cuadrados y contienen casi 250 mil piezas. Hay 391 personas identificables en los vitrales como la escritora Florence Nightingale. Toda la madera es de roble. Otra característica imponente es el órgano de 4272 tubos. Se pueden organizar visitas guiadas.
Los cinco vitrales del presbiterio presentan actos de Jesús y personajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Los más pequeños sobre la sillería del coro reconocen la importancia de la música en el culto divino. Los del crucero miden 22 metros de alto, estan entre los más altas del mundo. Entre las representaciones se encuentran Santa Juana de Arco, San Francisco, Cristóbal Colón, el explorador nórdico Leif Ericsson, Pocahontas con el Capitán John Smith, Emily Dickinson, Leonardo Da Vinci, George Washington y Abraham Lincoln.
Todos son motivos suficientes para visitar Pittsburg en tu proximo viaje a Estados Unidos.