San Bernardo de Menthon nació alrededor de 996 en lo que ahora Saboya. Estaba destinado a una vida de nobleza y era considerado un caballero apetecible para las damas de los círculos más altos de la sociedad. En cambio, decidió recorrer el camino del sacerdocio con la bendición del diácono principal de la Catedral de Aosta, en los Alpes italianos.
San Bernardo pasó años difundiendo el Evangelio en las comunidades de la montaña y pronto se lo nombró Archidiácono de Aosta. En ese paso por ese cordón montañoso europeo dio, a los viajeros que intentaban cruzar los pasajes alpinos, ayuda humanitaria.
Por eso a mediados del siglo XI el sacerdote erige una canonjía y un albergue en el punto más alto de un paso alpino que hoy se conoce como el Paso de San Bernardo. Este sendero de montaña atraviesa los Alpes desde Aosta, Italia, hasta Valais, Suiza.
El Patrono de los Alpes murió en 1081 en Novara, Italia.
El Hospicio de San Bernardo

El Hospicio de San Bernardo lo fundó en 1050, como dijimos Saint Bernard de Menthon siendo archidiácono de Aosta. El objetivo era, y lo sigue siendo, recibir y proteger a los muchos viajeros que utilizan ese paso por los Alpes. Algunos compañeros miembros del clero valpostano ayudaron a Bernardo a construir esta casa. Así nació una comunidad y un hospicio cuya vocación de acogida ha permanecido ininterrumpida hasta nuestros días.
La Congregación de los Canónigos del Gran San Bernardo tiene ahora unos cuarenta miembros también presentes en el Hospice du Simplon y en varias parroquias de la región. En la actualidad seis canónigos y un oblato, rodeados de un equipo de laicos, dedican sus días al trabajo, la oración y la acogida de viajeros de todos los ámbitos de la vida.
La iglesia y el museo

La primera iglesia del Hospicio data del siglo XIII. En 1686, se renovó a su forma actual. Su visita es gratuita y se puede compartir la oración de la comunidad. En el lugar el visitante es recibido con una película que recorre la historia del paso de San Bernardo. Por último, el turista no debe perderse de conocer la Sala del Tesoro. Allí se exhiben los más bellos objetos sagrados pertenecientes a la Congregación del Gran San Bernardo.
En el Museo del Hospicio, se descubrirán alrededor de 1350 objetos arqueológicos y religiosos, colecciones de animales embalsamados, insectos y minerales. Son el resultado de la investigación de varias generaciones de cánones eruditos en particular.
Los perros del San Bernardo
Los perros del San Bernardo son famosos por rescatar a los viajeros atrapados en la tormenta o agotados por el esfuerzo y las condiciones invernales durante su ascenso al paso. La congregación se encargó de ello hasta 2005, cuando confió la cría a la Fundación Barry. Los perros del San Bernardo siguen pasando todo el verano en el paso.
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Crédito imagen en la portada de San Bernardo, el gran secreto para cruzar Los Alpes Booking.com